miércoles, 8 de julio de 2009

El celular podría abrirse camino en la escuela con el guiño oficial

Transcribo un artículo periodístico publicado en un diario de la provincia de Santa Fe, República Argentina, que considero interesante, ya que pone a discusión el uso de los celulares en la escuela.

La ministra de Educación dijo que el aparato podría utilizarse como herramienta pedagógica. Las autoridades no permiten tenerlo prendido y pocos docentes se animan a usarlo en sus clases

Se reactivó el debate sobre el celular en la escuela. Esta vez fue la propia ministra de Educación de la provincia, Élida Rasino, la que se mostró a favor de la posibilidad de que el teléfono pueda utilizarse como una herramienta pedagógica.

La ley que prohíbe su uso dentro de los establecimientos educativos se sancionó en 2006 pero aún no fue reglamentada. La titular de la cartera educativa destacó que se consultará a la comunidad educativa para buscar la mejor manera de aplicar la normativa vigente.En Santa Fe existe desde el 16 de noviembre de 2006 una doble prohibición. A la circular vigente del Ministerio de Educación se sumó la sanción de una ley que impide el uso del teléfono móvil a los alumnos, docentes y no docentes y detalla que las sanciones por incumplimiento deberán ser impuestas por los directivos de los colegios.
“No estamos en contra del espíritu de la norma aprobada por la Legislatura”, aclaró
Si bien la norma no está reglamentada, en los establecimientos educativos de la ciudad es prácticamente unánime la prohibición de que los celulares suenen o se utilicen durante las clases. Incluso la decisión afecta a los adultos que, en algunos casos, deben esconderse para usar el teléfono en las horas libres, “así los chicos no los ven”, señalan.La mirada del gobierno“No estamos en contra del espíritu de la norma aprobada por la Legislatura, hay que limitar el uso distractivo. Creemos que al mismo tiempo se puede regular su aplicación para hacer más atractivas e interesantes las clases”, afirmó Rasino en diálogo con los medios rosarinos.

La ministra indicó que recibió sugerencias de los docentes para “habilitar el uso responsable de los celulares”. Y destacó que toda decisión que se tome al respecto será tratando de buscar el consenso en “los términos de la reglamentación con todos los actores, evitando situaciones de tensión”.

La funcionaria recalcó que serán “los docentes y las instituciones quienes definan la modalidad del uso, ya que no será obligatorio”. Respecto de la legislación sancionada hace tres años en la provincia, Rasino remarcó: “Vamos a mantener el espíritu de la ley evitando que sea utilizado como una herramienta distractiva, que interfiera en la dinámica áulica. Pero al mismo tiempo estamos convencidos de que el celular tiene aplicaciones pedagógicas, permite el cruce de lenguajes audiovisuales y termina haciendo más atractivo e interesante el proceso de aprendizaje de determinadas asignaturas”.Sin demonizarHasta el momento, el celular era para algunas instituciones educativas el enemigo público número uno. A las distracciones que produce que lleguen mensajes o llamadas durante las clases, se sumó la utilización de las cámaras para fotografiar a docentes o compañeros y publicarlo en diferentes blogs o redes sociales de internet.

Esas situaciones generaron especial alarma entre las autoridades de las escuelas. Sin embargo, no todo es negativo y algunos docentes se animaron a saltar los preconceptos y a probar que se pueden incorporar las TIC a las aulas, de manera medida y coordinada dentro de una actividad académica puntual.
En las escuelas consultadas por Diario UNO son pocos los educadores que optaron por aprovechar esa herramienta. En la mayoría se prefiere cumplir con lo que establece la normativa y que los chicos no lleven el aparato a la escuela. Eso se basa, también, en una cuestión de seguridad ya que los chicos pueden sufrir robos cuando entran o salen de la institución.

Los padres
Otro de los temas que debe considerarse al momento de analizar la implementación de la prohibición o no de los celulares en las escuelas son los padres.
En la actualidad, en muchos casos son los mismos familiares los que incitan a los chicos a llevar el aparato a la escuela “por una cuestión de seguridad”. Incluso en algunos casos son los mismos padres los que les exigen que lo dejen encendido todo el tiempo –aunque en silencio o vibrador– y los que los llaman o les mandan mensajes en el horario en que están dentro de la escuela.
Los directivos consultados por Diario UNO recalcaron que a principio de año se informa a los padres sobre las normas respecto del uso de los teléfonos y, en algunos casos, se les exige la presentación de una nota para que el chico pueda llevar el aparato a la escuela.
Al momento de las sanciones porque el teléfono sonó en clases, las reacciones de los familiares son dispares. Hay quienes aceptan la sanción al hijo reconociendo el error del menor y quienes van a la escuela a quejarse porque se le retuvo el celular al chico o porque “no es para tanto”.

Opiniónes
Por Stella Maris CapielloDirectora de la Esc. Nº 8.224
Límites en las clases
Muchos chicos llegan a la escuela escuchando música en el celular pero al momento de ingresar al establecimiento tienen que apagarlo. Ellos ya saben que en las horas de clases no se pueden usar.
He escuchado que la ministra de Educación dijo que el celular puede ser un instrumento didáctico y nosotros veremos, más adelante, cómo se puede utilizar dentro de las clases. Pero hasta que no tengamos una circular o más precisiones respecto de sus declaraciones seguiremos prohibiendo su uso en las horas de clase.
Muchas veces los chicos los han utilizado para mandarse mensajes de texto entre los chicos o con gente que no está en la escuela. Y eso no corresponde. Hemos tenido algunos inconvenientes por ese tema porque a veces los alumnos no entienden cuáles son los límites dentro de la clase.

Cuando encontramos a chicos que mandan mensajes mientras están cursando o a los que les suena el celular, primero se les llama la atención para que lo apaguen. Después se les comunica lo sucedido a los padres, la idea es notificarlos de lo sucedido para que en la casa también se hable sobre el tema. El mayor problema es que se pierde el sentido de la clase.

De todas maneras el año pasado, tuvimos una docente que empezó a incorporar su uso como una actividad didáctica. Los chicos participaron del concurso de una empresa de telefonía móvil, con el celular debían grabar diferentes situaciones referidas a la prostitución.Los docentesLos chicos a veces cuestionan por qué los profesores pueden tener el celular y ellos no. A veces a los docentes les mandan un mensaje de texto y lo miran en la clase.En general todos los docentes tratan de no usar el celular en los 40 u 80 minutos en los que están dictando la clase. Pero no tenemos una función fiscalizadora sobre el tema dentro de la escuela.Por Laura ZuccoloVicedirectora Esc. Nº 1.042

Los docentes tampoco
En las normas de convivencia nosotros ponemos que no se puede traer el celular a la escuela. De todas maneras, en el caso de chicos que necesitan viajar en colectivo y los padres quieren estar tranquilos, se hace una excepción. Los padres tienen que mandar una nota pero cuando los chicos llegan al colegio tienen que apagar el teléfono y dejarlo en la mochila.

Si algún nene lo trae sin autorización, suena en clase o lo usan para jugar en el recreo, se lo retienen y debe venir un mayor a retirarlo de la Dirección. Muchos papás estuvieron de acuerdo con esta decisión, incluso algunos se enteraron que el chico lo traía a escondidas al colegio cuando se lo retuvimos, pero otros protestan porque se tienen que molestar en venir al colegio a retirarlo cuando se lo retiene.

A los docentes nosotros les pedimos que en clases no lo utilicen. Si lo necesitan por alguna cuestión urgente, pedimos que lo dejen en vibrador y lo usen en el recreo y las horas libres. Pero no adelante de los chicos porque es un mal ejemplo.

Hasta el momento, no hubo propuestas para trabajar con el celular en las clases.
Los SMS, una oportunidad para aprender y reflexionar. A pesar de las críticas incesantes que durante los últimos años recibieron los celulares dentro de las escuelas, algunos docentes se animaron a buscar el lado positivo a la situación y tomar algo tan propio de la sociedad actual –en especial de los niños y adolescentes– e incorporarlo a actividades especiales.

El objetivo del trabajo integral que se realizó –años anteriores y que se repetirá, por los buenos resultados obtenidos, éste– con los alumnos de 5º grado en la escuela Dante Alighieri es, por un lado, aplicar las nuevas tecnologías a la enseñanza del italiano y, por el otro, invitar a los chicos a reflexionar sobre cuál es el mejor uso que se le puede dar a los diferentes elementos tecnológicos.

“La propuesta surgió a partir de leer una entrevista a una docente especializada en el uso de TIC, que salió hace dos años en Diario UNO, y que proponía animarse a sumar esas herramientas a las clases”, explicó la profesora Patricia Hernando.El primer paso fue notificar a los padres sobre los objetivos y fundamentos de la actividad. “Les pedimos que quienes tuvieran y quisieran traigan el celular y autoricen a los chicos a mandar dos mensajitos. No era obligatorio y algunos nenes compartieron los teléfonos”, contó.

Los chicos llevaron el celular a la clase de italiano y tuvieron que mandar un SMS a otro compañero invitándolo a hacer algo. El compañero debía contestarle que no quería hacer eso y proponer otra actividad. “Los chicos trabajaron el vocabulario que estábamos dando con mucho entusiasmo sólo por la posibilidad de usar el celular”, recordó la docente. Incluso durante la charla previa, los alumnos comentaron sobre cómo se abrevia en los mensajes de texto en castellano (basándose en especial en la fonética) y buscaron maneras de aplicar las mismas reglas al italiano. Aunque en su mayoría optaron por escribir las palabras completas y controlar la ortografía.Repensar la utilizaciónRespecto de la respuesta de los padres frente a esta actividad, la profesora comentó que se mostraron muy conformes con cómo se había desarrollado el trabajo en clases porque los chicos también comentaron que reflexionaron sobre cuál es el correcto uso que se hace de los celulares en la actualidad.

“Los chicos charlaron y debatieron sobre si era necesario que ellos tengan un teléfono y cuál era el uso real que le daban. La mayoría dijo que lo usaban para jugar y algunos por una cuestión de seguridad”, manifestó Hernando.

Este año, la actividad se realizará otra vez porque los grupos demostraron una gran motivación frente a la propuesta. Además se incorporaron otras acciones como recorrer la escuela y sacar fotos (con celulares y cámaras) para aprender las partes del edificio en italiano. “La propuesta no implica que obligatoriamente los chicos tengan que llevar los aparatos, trabajamos compartiendo lo que se tiene”, recalcó la educadora.

Motivación
El objetivo del trabajo integral que se realizó con los alumnos de 5º grado en la escuela Dante Alighieri es, por un lado, aplicar las nuevas tecnologías a la enseñanza del italiano y, por el otro, invitar a los chicos a reflexionar sobre cuál es el mejor uso que se le puede dar a las diferentes tecnologías.
“La propuesta surgió a partir de leer una entrevista a una docente especializada en el uso de TIC, que salió hace dos años en Diario UNO”, explicó la profesora.

Opinión
Por Delia BlázquezVicedirectora Esc. Nº 1.140
Los papás, de acuerdo
Desde antes de la ley, la reglamentación interna de la escuela establecía que los chicos no podían traer el celular. Después sucedió que hay padres que trabajan todo el día de corrido y que los chicos más grandes tienen doble turno, entonces aquellas familias que ven necesario que el alumno traiga el celular mandan una nota por escrito y el chico llega a la escuela, deja el celular en la Dirección y a la salida lo retira.

En general se cumple, eso produjo que muy pocos chicos traigan el celular a la escuela. En la primaria absolutamente nadie trae y en el secundario son muy pocos. A veces en el turno tarde traen más que en el de la mañana.

Incluso ahora los papás reconocen que está bien la medida porque en la zona hay una ola de robo de celulares a los chicos que salen de la escuela. Hay una criatura a la que ya le robaron tres celulares a la vuelta de la institución.

Los profesores tampoco pueden tener los celulares prendidos durante las clases. Si bien cada docente lo puede tener en su cartera o portafolio, debe tenerlo apagado o en vibrador. De todas maneras algunos alumnos avisaron que hay profesores a los que les suena el celular y salen a la galería a atenderlo. Pero son casos esporádicos. La idea de incorporar el celular como herramienta pedagógica todavía no es un tema que se haya tratado ni propuesto a los docentes.


Fuente
http://www.unosantafe.com.ar/

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