domingo, 20 de septiembre de 2020

Sobre el papel de la TV en la educación y qué realmente requerimos

 Quien fuera el malo, ahora es el bueno

Ante la necesidad burocrática de iniciar el ciclo escolar en la tercera semana de agosto, como todos los años, la SEP toma una medida radical: serán las televisoras las que jugarán el papel principal en el proceso educativo al ser encargadas de retransmitir los contenidos escolares para los alumnos. Qué paradoja, quien es el enemigo principal de la formación de niños y adolescentes al promover una pesada carga de mensajes dirigidos al consumismo y antivalores en su programación televisiva, ahora se convierte en el aliado número uno del gobierno. Queda a un lado la idea-queja de una buena parte del magisterio de que lo poco que se avanza en la escuela en la mañana en la formación científica y humanista, según los Planes y Programas de estudio, la TV lo destruye en la tarde y noche con programas y comerciales de contenido contrario.

 


Nuevamente la SEP toma una decisión unilateral de acercamiento a las televisoras. Dejan fuera las aportaciones que pudieran hacer los maestros para mejorar el trabajo bajo las actuales circunstancias. Desechan la corta, pero enriquecedora, experiencia del trabajo en línea que muchos docentes llevaron a cabo para salvar el final del periodo escolar pasado. Es cierto que una gran parte de los alumnos del país no tuvieron la infraestructura necesaria (conexión a internet, computadora, teléfono “inteligente”, es más ni electricidad en ciertas zonas) para hacer la llamada Escuela en casa, pero sí hubo muchos casos de maestros, alumnos y padres de familia que establecieron comunicación, sea virtual o más a la antigüita, para continuar de alguna manera el trabajo educativo.

 

En Nuevo León la experiencia en el cierre del ciclo escolar pasado fue diversa. Mientras que había alumnos y maestros que no contaban con la tecnología necesaria para el trabajo en línea, hubo otros que al tener sus propios recursos tecnológicos, sacaron ideas de su experiencia y creatividad para sortear una situación inédita para la que nadie estábamos preparados. Utilizando diferentes herramientas desde zoom y classroom, hasta whatsapp y correos electrónicos, estuvimos en comunicación con  alumnos y padres de familia para estudiar los contenidos que marcan los Planes y Programas.

 

A pesar del gran esfuerzo realizado por muchos docentes en el diseño de actividades para sus alumnos y revisar tareas de decenas o cientos de ellos en el caso de secundaria, se pueden observar algunas limitaciones derivadas del trabajo en línea. Destacamos dos de ellas:

·      La inequidad se profundiza al dejar de recibir el servicio educativo una gran cantidad de alumnos que no poseen en sus casas la infraestructura tecnológica; además de las condiciones propias de su vivienda, no es lo mismo el alumno que realiza el trabajo escolar en su cuarto, al que lo realiza en la habitación que tiene que compartir con el resto de su familia porque no hay más.

·      Por más herramientas tecnológicas que se utilicen para mejorar el trabajo en línea, y aun suponiendo que la cobertura complete al 100 % de los estudiantes, nunca se va equiparar con la riqueza de la experiencia educativa que se puede extraer en el aula cuando se hace un uso adecuado de la didáctica y la pedagogía con una participación activa del alumno en el proceso educativo y no como un mero receptor. La socialización de conocimientos en el aula, el trabajo en equipo, la interacción directa con los docentes, la convivencia de los estudiantes en el salón de clases y en las demás instalaciones de la escuela son experiencias formativas que el trabajo en línea nunca va a poder brindar.

 

Convivencia y aprendizaje. Foto tomada de Internet

 

Descuido consciente y criminal 

Como algunos pedagogos lo han afirmado, la pandemia desnudó el enorme atraso del sistema educativo mexicano, además de otros sectores como salud, empleo, salarios y teniendo a la corrupción como eje transversal entre ellos. Autoridades afirman constantemente, y medios de comunicación lo repiten, “la pandemia nos tomó por sorpresa, no estábamos preparados para enfrentarla”. Precisamente esa es la falla, no estar preparado, pero no precisamente para una pandemia, un huracán o un terremoto como casos extraordinarios. “Estar preparado” no se trata únicamente de hacer cosas en el presente para enfrentar posibles desafíos o amenazas del futuro. “Estar preparado” se trata de estar haciendo lo necesario para que la población tenga sus necesidades humanas básicas satisfechas de una manera digna; como lo son casa, alimentación, vestido, salud, educación y recreación.

 

En sus conferencias el Dr. López-Gatell constantemente se refiere al abandono que por decenas de años estuvo el sector salud y que esto agranda las dificultades para enfrentar la pandemia con mejores resultados. Exactamente pasa lo mismo con el sistema educativo mexicano. Reformas educativas van y vienen y México sigue descendiendo en los parámetros educativos internacionales. Cada gobierno sexenal que ha presumido una reforma educativa ha ignorado, para que ésta funcione, crear la infraestructura necesaria en las escuelas y modificar las condiciones de trabajo de estudiantes y docentes en cuanto a la organización escolar. Muchas escuelas carecen no sólo de internet y de equipo de las nuevas tecnologías, en muchos casos también de servicios básicos. Además la mayoría de los grupos están atiborrados de alumnos, los programas de estudio son excesivamente largos en sus contenidos, los tiempos de hora-clase son muy limitados, hay falta de personal de apoyo (psicólogos, maestros de educación especial) que auxilien al docente en su trabajo académico, y en general más personal para que realice las 3 o 4 comisiones que a cada maestro se le asigna además de su trabajo docente. Todo esto dificulta la aplicación de la pedagogía y la didáctica propuesta en los Planes y Programas, aún y cuando se da capacitación a los maestros sobre las nuevas metodologías educativas, es imposible aplicarlas en el aula por las razones enlistadas. Cada vez que surge una nueva Reforma Educativa se olvidan acompañarla de los cambios necesarios en la organización escolar para que esa reforma funcione, por eso TODAS han fracasado.

 

Un ejemplo de fracaso del sistema educativo mexicano es que la mayor parte de las reformas educativas coinciden en que uno de los objetivos más importantes de la educación básica es desarrollar en los estudiantes la capacidad crítica y reflexiva en el marco de una educación científica y humanista. El sistema educativo no está diseñado para alcanzar esos logros, por eso muchos docentes se ven con la presión de avanzar y terminar el programa de estudios a como dé lugar, basando la enseñanza en el exceso de prácticas memorísticas. Pocos son los maestros que por iniciativa propia toman lo esencial del programa y logran una participación activa de los alumnos en la construcción del conocimiento, motivando al alumno a aprender no sólo con el objetivo de una buena calificación, sino vincular el aprendizaje con su realidad y cómo utilizarlo para transformar de la sociedad lo que se tenga que transformar. Si el sistema educativo, como institución, formara alumnos críticos y reflexivos tal y como es el enfoque de los programas de estudio, México sería muy diferente a como es ahora en todos los aspectos. Entonces ¿será que le interesa al Estado una educación así para la población? ¿Le conviene?

 

Claro que hacer lo necesario para que funcione una reforma educativa implica construir más escuelas, contratar más maestros y personal de apoyo, crear la infraestructura necesaria en cada plantel y seguramente ampliar el horario escolar con lo que ello implica: desayunos y/o comidas escolares proporcionada a los alumnos, salario profesional a los trabajadores de la educación por lo menos. En fin, hacer estos cambios significa aumentar considerablemente el gasto en educación, lo que no debiera ser tan oneroso ya que la UNESCO recomienda que un país como México dedique el 8% del PIB al gasto educativo. En México no llega al 5 % y en algunos estados como Oaxaca, Chiapas y Guerrero apenas llega al 2,5%. A manera de comparación, Cuba destina alrededor del 13% del PIB a educación, por lo que sus excelentes resultados educativos son reconocidos internacionalmente.

 


“Montaña de Guerrero: cuando la educación a distancia se topa con la realidad.” Pie de Página

Este abandono de la educación en México es descuido voluntario, precisamente porque para el Estado no es una prioridad formar ciudadanos que piensen. Entonces, no invierte lo que se necesita en educación para una formación integral de los estudiantes. Que el niño, adolescente o joven  aprenda a obedecer órdenes o instrucciones y a desarrollar la habilidad de teclear botones de máquinas, robots o computadoras es lo que el sistema laboral requiere para la mayoría de sus empleados. Sólo unos cuantos estudiantes se formarán para dirigir, para pensar cómo producir más cantidad de productos a menor costo y cómo ganar mercados. Estos estudiantes se forman en selectas escuelas privadas.

 

“Ahora, quién podrá defendernos”

Es en este escenario de atraso educativo que llegamos a una situación de confinamiento provocado por la pandemia que vivimos. Entonces, después de sortear el cierre del ciclo escolar pasado,  bien pudiera ser que ahora la autoridad educativa, con la coloquial y famosa expresión difundida por la televisión: ¿Ahora quién podrá defendernos?,  voltee a las televisoras para que estas hagan el papel del popular personaje del Chapulín Colorado. Y es que con la idea por delante de ampliar la cobertura por lo menos a 90% de la población estudiantil y ante la imposibilidad de tener en lo inmediato una infraestructura suficiente para crear vínculos más efectivos entre maestros, alumnos y padres de familia, el acuerdo con las televisoras es la alternativa más a modo que encontraron. Les urge cumplir con la tradición de iniciar el ciclo escolar en agosto.

 

No se trata entonces de que no se pueda hacer otra cosa porque la pandemia “nos sorprendió”, lo cierto es que desde hace decenas de años la educación ha sido abandonada y dejó de ser  parte medular del proyecto nacional de desarrollo, no se ha robustecido de tal forma que estuviera en mejores condiciones de enfrentar la pandemia o cualquier otra eventual contingencia. Ante la imprevisión de muchos países en el aspecto educativo, ya están prestas a entrar en escena empresas transnacionales que monopolizan las tecnologías de la información y la comunicación, TIC, para concretar acuerdos con países, incluido México, con el fin de diseñar programas educativos que les van a permitir tener una gran influencia en todo el proceso educativo.

 

Ante las condiciones tan adversas y complejas del sistema educativo, es muy tentador ceder el problema a empresas privadas especializadas en la comunicación y la educación, con el pretexto de que todos debemos unir esfuerzos para ganarle la guerra al virus. Prefieren aplicar soluciones inmediatas en una especie de outsourcing educativo, a iniciar un programa de gran calado para transformar completamente el sistema educativo mexicano cubriendo las carencias que con la pandemia se desnudan.

 

Otra alternativa

Si bien el uso inmediato de la televisión para retransmitir contenidos tiene la ventaja de alcanzar la mayor cobertura posible en las condiciones actuales, ésta no debe tomar el papel principal en el proceso enseñanza-aprendizaje. Su inclusión debe ser temporal y subordinada al trabajo de los maestros. A la par es urgente iniciar la construcción de una profunda reforma al sistema educativo.

La llamada nueva normalidad en las escuelas no debiera limitarse a pedir a todo el personal escolar a guardar la sana distancia, llevar cubre boca y careta, lavarse las manos constantemente y mantener desinfectadas las áreas de trabajo. La nueva normalidad debe contemplar cambios profundos en el sistema educativo que, ahora sí, permitan formar alumnos reflexivos, críticos, capaces de pensar y tener control de sus emociones para una convivencia escolar sana. En la construcción de estos cambios debe tomarse en cuenta la participación activa de docentes, alumnos y padres de familia, es la única forma de que se acepte y arraigue una reforma educativa.

 

Un programa de transformación del sistema educativo debiera incluir entre otras cosas lo siguiente:

ü Actualización profunda y pertinente dirigida a los maestros, y de aplicación práctica en el aula, sobre un modelo educativo con base humanista y científica que lleve a una verdadera formación integral de los alumnos.

 

ü Revisión de los Planes y Programas de estudio para eliminar el exceso de contenidos en incluir aquellos que privilegien el desarrollo de habilidades lectoras y el gusto por la lectura, el pensamiento matemático lógico, el conocimiento de las ciencias naturales y sociales como explicación científica de la evolución y cuidado del planeta y comprensión de los problemas sociales, la convivencia humana basada en el reconocimiento y aceptación de la diversidad y la apreciación y práctica de las artes como medio de sensibilización y expresión personal.

 

ü Actualización magisterial en el conocimiento y aplicación de las TIC en el aula. Aquí se debe incluir el análisis y discusión sobre el uso de las TIC para el trabajo en línea cuando se tenga necesidad de implementar el programa Escuela en casa ante una contingencia, como en el presente confinamiento.

La experiencia que acabamos de tener en el “trabajo en línea” nos muestra que esta práctica se realizó de manera muy limitada, y muchas veces errónea. El trabajo didáctico en línea no puede consistir en que cualquier docente exponga una clase por un monitor teniendo al alumno sólo como receptor. Creo que este campo del uso de las TIC para el trabajo escolar en línea apenas se está experimentando. Se requiere un mayor estudio de cómo su uso puede ser realmente didáctico.

 

ü Modificación en la organización escolar que contemple aspectos como los siguientes: un máximo de 18 alumnos por grupo en preescolar y 25 en los niveles de primaria y secundaria, tal como lo recomiendan especialistas en pedagogía; modificación en las horas-clase de materias para que se tenga el tiempo suficiente al abordar el estudio de los contenidos. Lo más probable es que se requiera extender el horario escolar para realizar todas las actividades en la escuela sin que sea necesario encargar tareas en casa. Para que esto se materialice será necesario contratar más maestros y construir más escuelas.

 

ü Aumentar el personal de apoyo necesario para auxiliar a los maestros en la atención a alumnos con necesidades educativas especiales o problemas emocionales así como para atender la gran cantidad de tareas que demanda la escuela. El trabajo académico del docente frente a grupo debe ser sólo ese de tiempo completo, no distraer su atención en otras actividades como actualmente se hace.

 

ü Equipamiento de la infraestructura requerida para que las escuelas tengan todos los servicios básicos, además de conexión a internet y los aparatos tecnológicos necesarios como apoyo al trabajo académico de alumnos y maestros.

 

ü Atención a la nutrición de los alumnos eliminando totalmente de las cooperativas escolares la venta de comida chatarra y realizando campañas sobre los beneficios a la salud de una sana alimentación. Procurar programas de distribución de desayunos y/o comidas sanas en las escuelas gratuitas o con un costo simbólico.

 

Es mucha la inversión económica para lograr esta transformación, pero es lo que se necesita. Tal vez sea suficiente aumentando el gasto educativo al 8% del PIB, como lo sugiere la UNESCO.

Las autoridades federales actuales afirman, cada vez que tienen oportunidad, que recibieron un país en ruinas debido a condiciones obscenas como al saqueo de nuestras riquezas, la escandalosa corrupción y la ausencia de políticas públicas que niegan la satisfacción de las necesidades básicas a la mayoría de la población.

 

Superando las lamentaciones, la cuestión es si a la 4T y su austeridad republicana ¿le interesará y será capaz de resolver de fondo, con su Nueva Escuela Mexicana, el atraso educativo en el país implementando una verdadera transformación del sistema educativo? Por lo pronto la última Reforma Educativa, tal y como fue aprobada por este gobierno está lejos de alcanzar este objetivo. Necesitan echarle más ganas.

 

 

 

 

 

 

 

Por José Manuel Ávalos Monárrez

El autor es profesor normalista de Monterrey con 30 años de antigüedad frente a grupo. Actualmente se desempeña en el nivel de secundaria con especialidad en Ciencias Sociales.

Fuente

https://academicxsmty43.blog/2020/08/17/sobre-el-papel-de-la-tv-en-la-educacion-y-que-realmente-requerimos-por-jose-manuel-avalos-monarrez/

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