lunes, 15 de octubre de 2012

Evite que su hijo se vuelva adicto a la televisión

El televisor no es un electrodoméstico más, ejerce una influencia que no podemos pasar por alto, y en muchos casos es una fuente de adicción ¿Qué roles cumple? ¿Qué efecto produce en los niños? ¿Existen límites? ¿Qué podemos hacer? ¿Qué pautas son necesarias?

 

 

La televisión ejerce una fuerte influencia sobre los niños. Por eso, los padres deben fijar pautas para que la vean adecuadamente.

Algunos la tienen como principal medio de entretención. Otros, simplemente la ven como un electrodoméstico más y hay quienes la llaman “la caja tonta”. Sin embargo, es una realidad que la televisión se ha convertido en un ‘miembro’ más de la familia.
 

De ese modo, se ha vuelto niñera, compañera y hasta profesora de los niños, pues comparten con ella durante varias horas del día, hipnotizados por el derroche de colores, figuras y emociones. En ese sentido, hay un debate sobre si es adecuado que los pequeños vean televisión desde edades tempranas, fundamentado en que puede ser contraproducente para su desarrollo.

 
Por ejemplo, la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda que los niños menores de 2 años no vean televisión, porque ese tipo de conducta agrava las alarmantes tasas de obesidad infantil, entre otras cosas.

 
Al respecto, el neuropediatra Álvaro Izquierdo afirma que “la televisión no es mala, debe saber usarse”. Por eso, no es recomendable que se aísle a los niños de ella, sino, por el contrario, se vea de una manera dirigida para que los contenidos sean los adecuados y no perjudiquen su comportamiento. Actualmente, muchos programas son educativos y enseñan aspectos como los colores, las figuras y los idiomas. Además, existen colecciones en DVD que ayudan a aprender con ejercicios interactivos. “La ventaja de esto es que no es un maestro que repite una y otra vez en una clase magistral.

Esta es una forma más didáctica con sonidos, imágenes y juegos”, opina Izquierdo.

No obstante, este tipo de recursos deben darse en el momento apropiado, pues algunos padres presentan, a edades muy tempranas, estos programas a sus hijos con la intención de volverlos más inteligentes, sin tener en cuenta que un niño no va a aprender a tocar un instrumento musical con verlo en la televisión, y no es lo mismo armar un rompecabezas en video que con las manos.

 
Precisamente, parte del desarrollo del niño es la estimulación de la motricidad. Por eso, es importante que aprenda a agarrar las cosas con la mano, juegue con objetos o gatee antes de empezar a ver televisión. “No tiene sentido que se sienten frente al televisor antes del año de edad. Los colores los puede aprender con juguetes, pelotas, papeles, etc”, agrega el neuropediatra.

 
‘Esponjas’ receptoras
Los niños entre los 0 y 4 años aprenden rápidamente, sobre todo por medio de la imitación. Lo que ven y oyen lo ‘absorben’ fácilmente. Por eso, se debe tener cuidado con el tipo de programas que observan a diario.

 
Hay espacios ‘infantiles’ agresivos y violentos que incitan ese tipo de conductas en los menores, y ellos, sin saberlo, creen que son normales y permitidas. Según Germán Casas, psiquiatra infantil, “hay una serie de elementos en los medios de comunicación que han generado problemas en los niños, como la violencia y el sexo. Además, últimamente se han difundido conceptos de belleza corporal y delgadez, aumentando los trastornos alimentarios, como la anorexia infantil”.

 

Por ello, los padres deben dedicar tiempo a ver televisión con sus hijos para seleccionar el tipo de contenidos adecuados, más si se tiene en cuenta el déficit de programación infantil. “Aquí se piensa en comercializar y no en educar, y antes de las 5 de la tarde hay programas incorrectos para niños. No hay buena regulación con respecto a esto”, opina Izquierdo. Precisamente, la Comisión Nacional de Televisión (CNTV) establece que la franja infantil es de 4 a 5 de la tarde, de lunes a viernes, y de 8 a 10 de la mañana, los sábados. Así mismo, la familiar es de 6 de la mañana a 9:30 de la noche, todos los días.
 

El problema radica en que los niños ven televisión durante gran parte del día y no tienen un filtro que les indique lo apropiado, y se someten a las preferencias de la empleada del servicio o un hermano adolescente. “Los programas recomendados son aquellos con contenidos lúdicos, recreativos e ilustrativos, de acuerdo con el desarrollo de los niños”, sostiene Casas.

 

Control remoto
La Academia Americana de Pediatría brinda una serie de consejos para que los padres aprendan a controlar la relación entre la televisión y los niños.

 
Ponga límites a la cantidad de tiempo que el niño pasa frente al televisor. Lo recomendable es una o dos horas diarias. Planifique con su hijo los programas que quiera ver y elíjalos. Conozca el contenido de los programas que ve su hijo y mantenga una supervisión constante. No le permita ver televisión durante las comidas. Es mejor fomentar la comunicación familiar. Saque el televisor del cuarto del niño. Incite a su hijo a leer, en vez de mirar televisión. Predique con el ejemplo y también reduzca sus horas frente al televisor. Entérese de los programas educativos que dan en los canales de televisión; así sabrá cuáles son los más adecuados para su hijo.
 

De tal palo…
Los padres deben incentivar al niño a realizar actividades lúdicas para alejarlo de la televisión, como la lectura y los deportes. Con ello, estimularán su desarrollo motor.

La mejor forma de hacerlo es dando ejemplo y para eso se deben evitar hábitos como ver televisión mientras se come o antes de dormir. Además, se aconseja sacar el televisor del cuarto de los pequeños.

 
Esencialmente, se debe eliminar la televisión de las actividades sociales de la familia y abrir espacios para actividades como la lectura.

 

 

 

Fuente
Elbebe.com

 

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Busca en mis blogs