Las pantallas parecen dominar la escena. Los videojuegos tienen ciertas características adictivas ¿Qué tipos podemos distinguir? ¿Qué ventajas proporciona su uso? ¿Qué inconvenientes? ¿Qué normas deberíamos tener en cuenta, como padres? ¿Cuánto tiempo de uso es el adecuado?
El boom de las consolas ha irrumpido en nuestra sociedad
desde hace algún tiempo con gran fuerza, pero realmente preocupa en las
familias el uso y abuso que se hace de las mismas por parte de sus miembros y
en especial de los hijos.
Los videojuegos
suponen la actividad de ocio preferida por los niños por encima de toda una
larga lista. Incluiremos en este artículo unos datos interesantes de un
reciente estudio realizado por Microsoft y publicado en la prensa en febrero de
2003 sobre el uso, ventas, perfil, etc., aspectos todos relacionados con este
mundo de los videojuegos.
Suponen también
parte de lo cotidiano en la vida del niño y acaparan la atención en la conversación. Existen
opiniones para todos los gustos sobre la conveniencia o no de las consolas y
videojuegos. Unas están a favor, otras argumentan en contra y en medio se
encuentran los padres que no sacan una conclusión clara.
El primer
argumento en contra es su elevado precio (aunque tienden a abaratarse), pero
hay otro, tal vez mayor, que preocupa a los padres y educadores: los altercados
en el hogar por su causa. Este tipo de problemas llega cuando “los consoleros”
necesitan la pantalla de la televisión mientras otros miembros de la familia
quieren ver algún programa.
Menos problemático
es su uso en ordenador, aunque menos aceptado entre los más jóvenes debido a
que no consiguen la misma calidad de imagen ni es fácil siempre adaptar los
controladores y accesorios en la televisión.
También debemos tener en cuenta la proliferación de consolas
portátiles, las “gameboys”, que funcionan a pilas y tienen una pantallita que
permite al jugador su uso en cualquier sitio y sin molestar ni permiso de
nadie. El reto de hallar nuevos trucos para ser más hábiles provoca un enganche
para seguir jugando.
Entre algunas de sus ventajas podemos citar las siguientes:
·
Favorecen la organización espacio-temporal.
·
Coordinación oculomotora.
·
Desarrollo de destrezas básicas como la rapidez
de reflejos y la memoria.
·
Puesta en práctica de estrategias.
·
Desarrollan el instinto de superación
·
Algunos permiten mejorar y acrecentar la rapidez
de razonamiento
·
Estimulan la concentración, por lo que pueden
ser muy adecuados para niños hiperactivos o con déficit de atención.
El uso de los videojuegos también cuenta con inconvenientes
que en general son:
·
Pueden producir nerviosismo y ansiedad.
·
Pueden transmitir valores inadecuados.
·
Pueden provocar un cierto retraso en el proceso
de socialización e incluso un aislamiento.
·
La excesiva estimulación de concentración puede
llegar a provocar falta de atención hacia su entorno.
Pero el verdadero argumento en contra de este tipo de juegos
es la adicción que provocan. Existen opiniones de psicólogos infantiles que
argumentan que “los niños que pasan demasiado tiempo delante de la pantalla
tienen problemas de agresividad o timidez”; mientras que otros profesionales
opinan que no fomentan la agresividad por matar marcianos sino que “ayudan a
concentrarse, a prestar atención y a tener reflejos”
Patricia Marks
Greenfield en su libro “El niño y los medios de comunicación” dice que en estos
juegos “intervienen más elementos que la
coordinación ojo-mano. Algo muy importante en sí mismo. De hecho, no solo son
complejos, sino que incorporan tipos de complejidad imposibles en los juegos
convencionales”
Hay psicólogos que
afirman que es bueno acostumbrarse a estas máquinas porque los niños vivirán en
un mundo electrónico donde el ordenador es un gran arma de trabajo.
Tenemos que
convivir con estos nuevos “electrodomésticos” y lo mejor sería integrarlos
también de forma inteligente: jugando con nuestros hijos, ofreciéndoles jugar
con sus amigos y además, iniciarlos en otro tipo de diversiones y experiencias
en otros campos.
La mejor de las
estrategias a seguir por parte de los padres es apelar al sentido común
basándose en el conocimiento exhaustivo que tienen de su propio hijo.
Algunas otras pautas
que pueden servir a los padres para controlar un uso racional de los
videojuegos:
En primer lugar
debemos hacer propuestas alternativas de ocio puesto que depende de los padres
que los hijos se interesen por otras actividades.
Otra sería
interesarnos por todo lo que rodea al videojuego y acompañar al chico en
algunos momentos de juego..., es la mejor manera de compartir intereses con él,
de conocer su mundo y sus inquietudes. Como padres nos podemos asomar también a
este mundo que desborda la imaginación; nosotros también viviremos con nuestros
hijos aventuras, trazaremos estrategias, adoptaremos distintas personalidades y
desarrollaremos habilidades en este mundo fascinante. Sólo así sabremos qué es
lo que atrae a nuestros hijos, les emociona y ¿por qué nos preocupa a nosotros?
De los padres depende
así mismo la selección de estos juegos, eligiendo aquellos que no contengan
tintes sexistas, violentos o insolidarios. Los hay de estrategia como: el
ajedrez o los deportivos; de aventuras fantásticas (muy solicitados) y
educativos (la mayoría para ordenadores).
En general podemos apuntar las siguientes normas
fundamentales:
·
Debemos elegir un juego que permita grabar la
parte del juego que ha sido realizada.
·
Son recomendables aquellos juegos que permiten
intervenir a más de un jugador.
·
Los juegos que tienen un número interminable de
pantallas generan ansiedad porque no se ve el momento de llegar al final.
·
Los valores que aparecen implícitos deben ser de
nuestro agrado.
·
No son recomendables los juegos que incluyen
violencia gratuita o que fomentan la destrucción.
Sandra García llega a hacer una interesante clasificación de
los videojuegos de la siguiente forma:
Juegos de acción: Son los que más se venden y acostumbran a
presentar fuertes dosis de violencia en el argumento y desarrollo de la acción. Se prestan
mucho a provocar nerviosismo y ansiedad pero son también los que mejor
funcionan para que el niño que ha acumulado tensiones se desprenda de ellas.
Están indicados para niños a partir de 8-9 años y precisan de nuestra
supervisión antes de autorizar su uso.
Juegos de estrategia:
el niño participa de forma activa en la elaboración de una estrategia para
alcanzar un objetivo. Estimulan el razonamiento lógico y la reflexión. Los hay
para niños a partir de 8-9 años.
Juegos de aventuras:
el niño se convierte en el protagonista de su propia aventura y se sumerge en
un mundo de fantasía. No presentan conflictos éticos y los contenidos suelen
ser divertidos. Están indicados para niños a partir de 7-8 años.
Juegos de deportes:
suelen reproducir canchas de juego y partidos de algunos deportes como el
fútbol, baloncesto, etc. Los hay que están muy bien elaborados y alcanzan
niveles de realismo asombrosos. Son por lo tanto complejos para los niños.
Están destinados más bien a los adolescentes a partir de 14 años.
Juegos de simulación:
son juegos en los que los niños adoptan un rol y en función de éste deben
probar sus habilidades para alcanzar el objetivo. A menudo estos juegos
plantean situaciones que en la vida real podrían resultar peligrosas. Indicados
para adolescentes entre los 14 y los 15 años.
Juegos educativos:
hay una gran variedad de juegos en el mercado que están pensados para
incrementar o mejorar la psicomotricidad fina (destreza con las manos), el
desarrollo del lenguaje (escrito y oral), las matemáticas, la orientación
espacial y muchas otras habilidades y aspectos. Son especialmente
recomendables. Hay una gran oferta de buena calidad y se dirigen a niños desde
los 18 meses hasta los 16 años.
Los juegos tanto
de consola como de PC, que más gustan a los aficionados españoles son los de
deportes, acción y estrategia. El último lugar de la clasificación lo ocupan
los videojuegos de Rol.
En cuanto a los
niveles de agresividad hay que considerar que un cierto nivel de ella no es
perjudicial, ya que sirve para canalizar su energía. Cuidado si la hay en
exceso: puede provocar en el niño la identificación de agresión con placer, o
que se asuste y aprenda a reprimir negativamente su hostilidad.
Una pregunta que
también se plantean las familias a diario es ¿cuánto tiempo al día es
recomendable su uso? Según los expertos, dependiendo del uso que se haga de los
videojuegos, los niños pueden incrementar la autoestima y desarrollar algunas
habilidades con este tipo de ocio. Es imprescindible que los padres controlen
el tiempo que sus hijos pasan delante de la pantalla. Un abuso es
capaz de fomentar actitudes narcisistas y disminuir su sociabilidad. Este tipo
de juegos, aunque se comparta, es un reto individual. Conviene marcar un límite
de tiempo y ser estrictos en esta postura. No es cuestión de prohibirlo o
restringirlo al fin de semana, sino de encontrar un punto medio y ofrecer
nuevas alternativas. Según el psicólogo Estalló Martí, después de estudiar los
efectos psicológicos de los videojuegos, asegura que su uso “no facilita la
aparición de ningún tipo de psicopatología ni alteración de conducta
específica”
Y es que en las
familias ha llamado siempre la atención el atractivo que suponen para los
hijos. Y nos hemos preguntado repetidamente ¿cuál es la clave de que los
videojuegos enganchen a nuestros hijos? Los videojuegos sirven a los niños como
refuerzo de su personalidad, por el hecho de tener que alcanzar niveles cada
vez más difíciles produciéndoles así satisfacción y seguridad. Además los
juegos interactivos exigen alto grado de atención estimulando la actividad
cerebral. Por tanto la clave estriba en lo siguiente: “procuran placer a corto
plazo con el mínimo coste"
Si además se
utiliza un ordenador se familiarizan con la informática mientras juegan. Y una
vez que estamos con el ordenador cabe preguntarse si es fácil encontrar juegos
para aprender con el ordenador y si éstos son buenos y aconsejables. Cada vez
va siendo menos extraño que los chicos hagan sus tareas dándole al teclado.
Para terminar
conviene citar algunos datos de un estudio reciente de Microsoft publicado en
febrero de 2003 que pueden interesar y son realmente relevantes de lo que
ocurre en relación con este mundo de los videojuegos. En principio hay que decir que en más del
32% de los hogares españoles que disponen de ordenador se juega. Se trata de un
entretenimiento para niños y jóvenes, pero con el tiempo son cada vez más los
adultos que matan el tiempo en casa delante de un videojuego: el 40% de los
varones mayores de 35 años utiliza a menudo esta forma de ocio dentro y fuera
de casa.
Fuente
Escuela de Padres
MEC
Ministerio de Educación de España
1 comentario:
El artículo habla con respeto y tiene sus razones, pero da la impresión de estar escrito por alguien ajeno a los juegos que está realizando un esfuerzo por escribir sobre algo que conoce de oído. Los videojuegos se han diversificado tanto que es imposible meterlos a todos en el mismo saco. Yo mismo pienso que algunos son verdaderas obras de arte dignas de museo, pero demonizo a otros que absorben más que las telenovelas e inculcan unos valores aún peores, y los chavales les dedican 1000 y 2000 y 3000 horas a lo largo de los años, y no cambian de juego o lo cambian por su versión n+1... Ninguna actividad merece tal obsesión.
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