La televisión
disminuye la sensibilidad y hace que los niños sean más indiferentes hacia la violencia. Con
frecuencia, cuando los padres no están disponibles para los hijos, el niño
busca, en el mundo mágico que le ofrece la televisión, llenar el vacío afectivo
y la soledad que siente en su propio entorno.
La televisión se
transforma en una especie de madre o amiga que suple el cariño y la
comunicación que le falta; esto genera que la mayoría de los niños pasen muchas
veces un gran número de horas sentados frente al televisor cuando los padres o
familiares o bien están ausentes, o bien a pesar de estar en el hogar, no
puedan dedicar a sus hijos la atención que requieren.
El niño, dado
que tiene una mente plástica y muy receptora con todo lo que acontece a su
alrededor, trata de asumir e interiorizar inconscientemente todos los valores,
roles, normas, actitudes y deseos que el mensaje televisivo le ofrece
continuamente. La mayoría de los alumnos tienen muy asumidas las actitudes
negativas de los personajes televisivos que, cuando se sitúan delante de la
pantalla del televisor, ven la violencia, peleas, agresividad, malas
contestaciones, etc., como normales.
La imagen que
transmiten los programas de televisión sobre personajes famosos, simpáticos, se
transforma en deseable, admirable, imitable. Los niños los transforman en sus
favoritos, no distinguiendo la realidad de los mismos de la ficción, tampoco
aprecian la bondad de sus conductas y comportamientos, sino que en función de
la apreciación global del personaje favorito, sus acciones les sugieren
imitación y grandeza o rechazo.
La publicidad
sobre juguetes ejerce tal fuerza en el niño que analizada la relación existente
entre los anunciados en programas vistos por ellos y los existentes en sus
casas se establece una relación muy alta de coincidencia. La imagen que de los
mismos tienen, propiciada por el anuncio correspondiente, y expresada en forma
de dibujo es muy superior a la percibida en la realidad una vez que disponen
del juguete deseado. No se corresponden los atributos de tamaño, belleza,
utilidades.
Extraído de
LAURA PERLADO EKMAN y MARÍA LUISA SEVILLANO GARCÍA. La influencia de la televisión en los niños.
Enseñanza, 21, 2003, 163-178.
1 comentario:
Excelente artículo.
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