La televisión no es un elemento “neutral” que se limita a “mostrar la realidad”, tiene una poderosa influencia en la sociedad, y debe ser objeto de preocupación en la escuela.
Desde comienzos de los años ´60 la utilización de la TV en
el ámbito instructivo se ha extendido considerablemente en países de elevado
nivel cultural (Suecia), como en otros con grandes retrasos culturales (los del
tercer mundo), donde se llegó a confiar en la TV como instrumento decisivo para
la culturización.
Se dice que la TV constituye una ventana abierta al mundo,
cuya realidad podemos contemplar desde la comodidad de nuestros hogares.
Existen ciertos programas de TV, que ofrecen formas
estereotipadas de reacción típicas.
Pudiera darse una cierta tendencia a imitar los modelos
presentados por TV y esto constituiría de alguna manera una limitación de
nuestra libertad. El mayor riesgo de influencia lo corren los niños y los
ignorantes, las personas que por falta de experiencia, no han adoptado aún una
postura personal definida ante los problemas claves de la existencia, o
aquellas personas en las que la falta de cultura, determina una carencia de
decisión personal fácilmente influenciable por los programas de TV.
Los medios masivos de comunicación son también instrumentos
de poder. Con ellos se trata de embotar las mentes y proveerlas de eslóganes.
En vez de estimular con ellos la liberación de las personas, se estimula el
condicionamiento para la estreches mental y la esclavitud. Con
los medios sensacionalistas se está dando vida a una imagen estrecha y
cavernaria.
Es conocida por todos la influencia que tiene la televisión
en la vida de las personas y la cantidad de tiempo libre que se le dedica.
Algunos de los investigadores afirman que esa influencia es
muy grande en el caso de los chicos y jóvenes, en especial en la formación de
su identidad. Las imágenes tienen cada vez más poder de convicción, es decir,
es muy fácil creer que lo que se ve en televisión es verdad. Por eso, sostienen
los investigadores, los chicos muchas veces aceptan fácilmente, los modelos de
juventud o niñez que se presentan en la pantalla. Los
programas y las publicidades tratan de convencer sobre cómo son los chicos y
jóvenes (o cómo deben ser), lo bueno que es hacer tal cosa, o qué bien se van a
sentir sicompran esto o aquello.
Aceptar los mensajes tal cual son sin ningún cuestionamiento
acerca de qué pensamos, de lo que vemos o escuchamos, hace muy difícil la
formación de la personalidad y del criterio propio de cada uno.
Los medios masivos de comunicación suelen ser vehículos de
transculturación. Empiezan introduciéndose en una sociedad como objetos
curiosos y terminan siendo una necesidad. El régimen industrial con que operan
estos medios les hacen acuñar signos y símbolos estandarizados y fomentan el
consumo pasivo de estos por la masa.
Impunidad o libertad de expresión
El auge de los medios de comunicación ha hecho posible el
acortamiento de las distancias, manteniéndonos vinculados al resto del mundo.
No obstante producen un degradamiento en la sociedad.
Actualmente los medios se han convertido en "jueces de
la verdad", son ellos quienes deciden y dictan modas, consumos, modelos de
vida. Establecen qué es lo correcto y qué es lo incorrecto, y deciden cuales son
los hechos importantes y trascendentes del mundo.
Para evitar esta situación es indispensable un cambio de
conciencia, hay que tener una responsabilidad social sobre los mensajes que
provienen de los medios.
Vivimos en un clima en donde todo vale y esta premisa
justifica cualquier proceder o comportamiento. El sentido de libertad ha
desbordado a la razón hasta muy peligrosos extremos. El derecho a expresarse
públicamente no es ilimitado y así lo confirman las leyes que castigan a
quienes difaman al prójimo. Pero esta legítima defensa de la vida real, no rige
para los medios. Ellos actúan bajo el lema prohibido prohibir y se permiten
difundir acciones y conductas contrarias a todo orden.
Como dice María Ester Perea de Martínez, en su libro "Conocer
nuestro tiempo", los medios pueden ser artífices de una positiva
renovación de la sociedad y abrir a la juventud mejores horizontes; pero todos
estamos obligados a exigir que los mismos sean más responsables e impedir que
los grandes financieros subsidien lo que vaya en contra de la moral. Una equivocada
interpretación de la libertad de expresión, puede poner en peligro verdades
esenciales. Ahora, no se puede aceptar que en nombre de una libertad de
expresión, se llegue a estimular conductas que la misma Constitución
y el Derecho desaprueban o condenan.
La Iglesia enfatiza la responsabilidad de los medios para contribuir
al auténtico e íntegro desarrollo de las personas y alentar el bienestar de la
sociedad. "La información suministrada por los medios está al servicio del
bien común. La sociedad tiene el derecho a la información basada en la verdad,
la libertad, la justicia y la solidaridad".
Corresponde al estado defender y asegurar la verdad y justa libertad.
Promulgando leyes y velando por su aplicación, los poderes públicos se
asegurarán de que el mal uso de los medios no llegue a causar graves peligros
para las costumbres públicas y el progreso de la sociedad. Nada
puede justificar recurrir a falsas informaciones para manipular la opinión
pública mediante los mass-media.
Extraído de
Los medios
Autor: Verónica Cecilia Pralong
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